No conozco a nadie que sepa cuantas personas han pasado por su vida, lógicamente. En nuestro día a día desarrollamos miles de actividades en las que nos relacionamos directamente con personas: trabajo, estudios, ocio,... y le damos muchas más importancia a la actividad que hacemos que a las personas que la desarrollan con nosotros.
Quien opine que el mundo esta plagado de impresentables, no voy a ser yo quien le quite esa idea de la cabeza, ni mucho menos. Pero lo que nadie me podrá discutir que hay personas valiosas que ellas solas son capaces de cambiar nuestra manera de percibir y de sentir las cosas. No se cuales es la proporción entre personas indeseables y personas valiosas, quizá un 1.000.000 : 1, me da igual. Lo que sé es que compensa ese millón de disgustos si al final encontramos a esa persona que viene para mejorarte, para conseguir que entiendas el mundo de otra manera, que tus sentimientos se relativicen de tal manera que consigas darle importancia a aquello que realmente la tiene.
Ahora opino yo. Estoy seguro que a todos en un momento inesperado de la vida se nos ha aparecido algunos valores, con forma de cuerpo humano, que sin duda han hecho que se tambaleen nuestros cimientos. En ese momento nos hemos dado la oportunidad de conocer a esa persona, a intentar comprender el por qué de sus cosas, y casualmente hemos visto que sus por qué respondían a muchas de nuestras preguntas. Y esas explicaciones eran tan rotundas y tan acertadas que no te han quedado más remedio de incorporarlas a tu persona y con ellas reforzar tus cimientos.
Puestos a opinar, ahora me toca arriesgar. Estoy convencido que si miramos a nuestro lado, diariamente encontraremos a personas que tienen mucho que ofrecernos, y que tienen unos valores espectaculares, equiparables a los valores de los superheroes. Unos valores que no tendrás más remedido que imitar.
Los superheroes están por todas partes, simplemente lo tienes que saber mirar y sobretodo escuchar. Saca un poco de tiempo cada día para ver al que tienes al lado. Prestale atención, y puedes que te lleves una grata sorpresa. Y si por algún motivo esa persona no es un superheroe, no importa ya llevas un disgusto, solo te quedan 999.999, la persona valiosa está más cerca.
Os dejo el vídeo de Super Antonio. No tengo palabras, mejor lo veis y sacáis vosotros una conclusión.
Seguramente Antonio no se hubiera convertido en Superheroe, si los demás niños no hubieran sido capaz de prestarle atención.
No hay comentarios:
Publicar un comentario