domingo, 28 de julio de 2013

PASIÓN Y DETERMINACIÓN, GRANDES COLABORADORES


Para desarrollar proyectos necesitas personas que colaboren con contigo. Esto es uno de los problemas que más nos inquieta cuando empezamos a diseñar nuestro proyecto: quien va a ayudarnos o quien colaborara con nosotros.

Comienza el proyecto, no te preocupes, tus colaboradores aparecerán, no tengas dudas. Siempre encontraras a personas que tengan los mismos intereses que tú. Lo único que necesitas es tener pasión por el proyecto y sobretodo determinación.

Si, la determinación por lograr que el proyecto llegue a buen puerto es lo que hará que las personas quieran colaborar contigo. Cuando nos decidimos a ir a por nuestros proyectos y no dejarnos vencer por las dificultades, esta decisión es lo que hará que nuestra pasión sea contagiosa y que la gente quiera participar en el proyecto.

Cuando expliquemos nuestro proyecto a alguien, tendremos que explicarlo con pasión y determinación, nuestros posibles colaboradores tienen que saber que este proyecto va a salir con ellos o sin ellos. Deben de pensar <<Este ti@ esta tan loc@ que lo hace con nosotr@s o sin nosotr@s>> . Y por mucho que os extrañe, habrá muchísimos que se querrán apuntar a la aventura.



Evidentemente, con lo anteriormente expuesto no quiero decir que cualquiera se va a unir a vuestro proyecto, eso no tendría sentido. Lo que si os aseguro es que personas que no tienen claro en qué clase de proyecto embarcarse, si tus palabras son dirigidas por la pasión y la determinación estarás mucho más cerca que colaboren contigo.

“Mucha veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se los enseñas”

                                                                                                             Steve Jobs

Te puedes engañar, con que la decisión de los colaboradores estará supeditadas por muchas otras cosas que a priori parecen más importantes, pero siento decirte que te equivocas. Todos  los grandes proyectos comenzaron de una única manera: con una persona que se imagino un final, y que fue capaz de transmitirlo con pasión y determinación. No es necesario nada más, con estos dos ingredientes  se fueron incorporando a esos proyectos inolvidables más y más personas que hizo que ese “sueño” se convirtiera en realidad.

Muchas veces pensamos en cómo podemos incidir en las demás personas, y la respuesta está más cerca de lo que te imaginas: si eres capaz en incidir lo suficientemente en ti, y trasmitirlo correctamente, sorprendentemente iras incidiendo en las personas de la manera esperada. Solo tiene que tener paciencia y constancia.

Os dejo un video, de un verdadero equipo de trabajo que en los últimos años han dominado un mundo tan difícil como el de la Formula 1. Disfrutad el video. EQUIPO REDBULL

lunes, 22 de julio de 2013

MUCHA MENTE, QUIZA DEMASIADA


Nuestra mente es un arma asombrosa, seguramente la más poderosa con la que contamos. Es capaz de imaginar, diseñar, analizar, discurrir, pensar y, por supuesto, inventar.

Como  le decía su Tío a Peter Parker (Spiderman), “Tener un gran un poder conlleva una gran responsabilidad”. Pues todos tenemos un gran poder, nuestra mente, pero tenemos la gran responsabilidad de sacarle el mejor partido, y que no se convierta en nuestra peor enemiga, que también puede suceder.
 
 

Todo lo que sucede a nuestro alrededor, llega a nuestra mente a través de los sentidos, y esta empieza a funcionar para poder “etiquetar” lo sucedido y llevarlo al compartimento de nuestra memoria donde almacenamos situaciones similares.

Esto que explicado de esta manera parece sencillo y asequible, en el mundo real no lo es tanto. Hay situaciones muy complejas, que no llegamos a desmenuzar  lo suficiente para poder archivarla. Hay otras veces que nuestros sentidos no nos ofrecen toda la información necesaria, y el análisis se vuelve más complicado. Y otras muchas, por desgracia, que nuestra mente no se centra en lo que debe centrarse y divide su atención en diversas circunstancias que hace que fraccione su potencial entre todas ellas, por lo que hace que nuestra mente no dé el rendimiento esperado, por lo cual, nosotros tampoco.

Nuestras acciones están totalmente ligadas a nuestros pensamientos, si el funcionamiento de nuestra mente es óptimo, nuestro potencial será muy elevado.  Estos pensamientos están ligados a la capacidad que tengamos para analizar las situaciones y ubicarlas dentro de nuestro cerebro.

Pero por desgracia, lo que metemos dentro de nuestra cabeza también nos puede jugar malas pasadas. Puede limitar nuestras acciones y que limiten nuestro rendimiento.

 

“Lo hicieron porque no sabían que era imposible”

                                                                   Jean Cocteau

 

Tenemos que ser capaces de utilizar nuestra capacidades (mente y sentidos) en la medida necesaria que requiera cada acción. El exceso de información y de análisis muchas veces reduce el nivel de nuestra ejecución, ya que divide nuestra atención en demasiados frentes.

Cuando nos enfrentamos a un problema o una situación, debemos ser capaces de focalizar el foco en lo importante y discriminar toda la información y todos los pensamientos sobrantes que recibe nuestra mente. Debemos estar a “foco” con la esencia de la situación.

Pondré un ejemplo, en nuestra vida laboral surge un problema con un cliente. Y nosotros pensamos, <<justo ahora a 15 minutos de mi horario de salida, para que luego mi jefe no me lo agradezca>>, al instante posterior surge otro pensamiento, <<este trabajo siempre me está robando tiempo para estar con mi familia>>, a la vez entra un email de un pedido nuevo del cliente, nuevo pensamiento <<Que bien, por fin consigo a este cliente importante, seguro que esto me dejará en mejor lugar en la empresa>>. Tu cabeza no para, <<¿mejor lugar? , como no solucione el problema con este cliente me parece a mí que voy a tener todo el tiempo del mundo para ver a mi familia, porque me van a despedir>>….

 Este es un ejemplo de al ritmo tan alto que puede trabajar nuestra mente, y que muchas veces se puede convertir en nuestra peor enemiga y hacer que nuestra atención se nos olvide en lo realmente importante, que en ejemplo anterior era el  problema con el cliente.

Tenemos que acostumbrarnos a centrarnos en la esencia de las cosas y eliminar lo superfluo. Así que conseguiremos que nuestras acciones fluyan.

A continuación os dejo una escena de la película el Último Samurai, donde a Tom Cruise se lo explican de una manera mucho más sencilla.

domingo, 14 de julio de 2013

CUESTA EXACTAMENTE LO MISMO


Supongo que alguna vez habéis tenido que poneros en contacto con el departamento de atención al cliente de alguna empresa porque teníais un problema con el servicio que te estaban dando o porque tenías alguna duda.

Pues yo he tenido que llamar a estos departamentos muchas veces, sobre todo los de la compañía telefónica. Y no me deja de sorprender la actitud que tienen estos trabajadores. Reciben diariamente llamadas de personas que necesitan una solución y como esta sea un poco compleja, en seguida entran en modo “a mí que me cuentas yo solo trabajo aquí!”, por lo que hace que en ti florezca en modo “si no quieres que te lo cuente a ti ¿a quién co… se lo cuento?”. Esta escena solo se termina con una frase, - Pásame con tu supervisor-.

Esta semana he tenido un encuentro totalmente diferente con el servicio de atención al cliente de una compañía, God Daddy, donde tengo contratado un dominio de internet. Me encontré sin servicio en la página web debido a una cadena de despistes míos.

Cuando llame a este departamento de atención al cliente, me encontré con Daniel (así se llamaba) y durante 50 minutos, si has leído bien, 50 minutos estuvo al teléfono conmigo intentando encontrar soluciones a un problema que había creado yo, y durante todo ese tiempo tuvo una actitud perfecta, fue cortes y desde el principio oriento todos los recursos y los de sus compañeros hacia una solución a mi problema.

El problema se solucionó. No puedo decir que lo solucionare el íntegramente, pero lo que si hizo en todo momento es mostrar mil y una alternativas para que entre los dos llegáramos a una solución óptima.

“Si quieres miel no des puntapiés sobre la colmena”
                                                    Proverbio Americano

Termine tan encantado con los servicios que me dio, que antes de terminar la llamada contrate un servicio con God Daddy, que anteriormente no tenía contratado, no te digo más.

No creo que Daniel tuviera unos conocimientos técnicos fuera de lo común, lo que si tenía era una disposición increíble a ayudar y una tremenda determinación porque ningún cliente que le llamara se fuera insatisfecho. Perfectamente Daniel, al explicarle en la situación que me encontraba por una mala actuación por mi parte, se podría a ver puesto en modo “y a mí que me cuentas, yo solo trabajo aquí”, pero en lugar de eso los 50 minutos estuvo en modo “eres importante y mejoraremos tu situación”. Y sin duda, fue la activación de este último modo lo que hizo que lo que para mí era un problema importante se convirtiera casi una hora después en una muy buena experiencia.



Esta situación la podemos llevar a otro entornos laborales o personales totalmente diferente al que te acabo de relatar. A diario muchas personas se ponen en contacto con nosotros porque necesitan de nuestra ayuda, o porque simplemente necesitan que escuchemos algo que le inquieta. Nosotros podemos activar el modo “a mí que me cuentas yo solo pasaba por aquí” o por el contrario copiar el comportamiento de Daniel y activar el modo “eres importante y mejoraremos tu situación”. Tú eliges qué modo quieres que te guie por la vida, cuesta exactamente lo mismo activar uno u otro modo, pero recuerda, después de tener el contacto con Daniel, compre más producto de su empresa. Quién sabe lo que tú puedes conseguir si tienes activado constantemente el modo adecuado.

domingo, 7 de julio de 2013

1.440



Ha sido una grandísima semana. Leyendo el libro “Aprendiendo de los mejores” de Francisco Alcaide, he encontrado una idea muy potente que me reafirma en una creencia, que como comprobáis semana a semana los que me seguís, defiendo continuamente que es la libertad de cada uno a decidir su vida.

Creo que tenía 14 años cuando escuche esta frase de George Orwell:

“Todos somos iguales, pero unos somos más iguales que otros”


Es una frase lapidaria, y por desgracia en política, educación y en aspectos sociales tiene muchísima vigencia. Pero creo que Orwell no tuvo en cuenta que hay un factor que dominan todo esto, y que está repartido por igual para todas las personas: el tiempo.



El tiempo sí que gobierna con total democracia. Todos disponemos de 24 horas al día,  1.440 minutos al día, que tú lo puedes invertir en lo que quieras. Si, si en lo que quieras. Puedes dormir 6 horas, o a lo mejor quieres dormir 12 horas. Puedes leer 2 horas al día o no leer nada. Puedes trabajar 14 horas al día o puedes trabajar 8 horas al día. Puedes ver la televisión 1 horas al día, o puedes invertir esa hora al día para buscar otro empleo y salir de aquel que te castiga durante 14 horas al día. Tú decides, que haces con cada minuto del día.

No hemos reflexionado sobre esto con suficiente profundidad, porque si lo hubiéramos hecho, no habría tanta crítica a las personas que le va “fenomenal” en la vida. No se pensaría el 100% de los casos, que la persona que disfruta de “comodidades” en su vida es por lo que se lo han regalado, o porque ha tenido un golpe de suerte. Deberíamos pensar más que ha hecho esas personas con los 1.440 minutos. A lo mejor los ha invertido a plazo fijo en formación que le coloca en una situación de ventaja con el resto.
Ni tampoco nos encontraríamos con personas “atascadas” en una situación actual que no la satisface. Y que no encuentra la manera de salir de ahí. Pues invierte, si invierte algo más poderoso que el dinero, el tiempo. Tú tiempo. Inviértelo en lo que te haga feliz. Y si no te hace feliz ahora, inviértelo en algo que en el futuro te vaya a cambiar la vida y te garantice la felicidad. Deja a un lado las excusas de la sociedad, de la situación actual, de la falta del dinero… tienes en tu mano el bien más valioso, el tiempo.


Hace varios años, Mercedes Benz hizo un gran anuncio reflexionando sobre el asunto. Hazte un favor y no dejes que se te escapen los minutos entre los dedos, sin darte cuenta. Si no los utilizas, aquí y ahora, no volverán.