lunes, 23 de diciembre de 2013

AMAYA DISFRUTO DE SUS HERMOSAS VISTAS

En la sociedad actual hay un mal endémico, se abandona una cantidad de proyectos muy elevados, muchos de ellos antes de haberlos comenzado.

El problema, a mi juicio, reside en que tenemos una idea totalmente equivocada de lo que es un proyecto, o mejor dicho de cómo elegimos nuestro proyecto. Para muchos un proyecto es algo a lo que tienes que llegar o lo que quieres conseguir, es decir, que se ponen un objetivo o una meta que le satisfaga y empieza a trabajar para lograrlo.

No tengo nada en contra de ello, pero creo que a la hora de definir el proyecto nos quedamos cojos. Un proyecto no es solo eso a lo que pretendemos llegar, también lo forma todo aquellas cosas que tenemos y que debemos hacer para llegar a nuestra meta, y muy pocas veces pensamos en ellas. Y diría más, como percibimos estas cosas que tenemos que hacer es lo que va a definir si tendremos éxito o no en nuestro proyecto.

Supongo que habrás escuchado alguna vez la siguiente opinión: “Para llegar al objetivo hace falta trabajo, fuerza de voluntad y constancia”. Es totalmente cierta, pero estas tres cosas tienen connotaciones “duras”, es decir, a todo el mundo le cuesta ser trabajador, tener fuerza de voluntad y se constante, y quien diga que no, miente. Pero esto puede cambiar, si esas cosas que tenemos que hacer para lograr a nuestro objetivo (al fin de nuestro proyecto) nos encantan y nos apasionan. Cuando te diviertes y disfrutas con cada uno de los pasos que tienes que dar dentro de tu proyecto, el trabajo se convierte juego. La  constancia se convierte en repetición placentera y la voluntad se convierte en la razón de la despertarte cada día.


“Cuando encuentra lo que te gusta, la madrugada se convierte en día, el sábado se vuelve martes y un momento se vuelve una oportunidad”.


No podemos embarcarnos en proyecto en el que no disfrutemos del camino que este nos ofrece, hay metas que para llegar a ellas tenemos que realizar un viaje muy largo, y el problema es que las vistas que este nos proponen no nos agradan en ningún momento, por esto es lógico que a mitad de camino nos demos la vuelta y nos volvamos a casa. No hay trabajo, constancia y voluntad que pueda luchar contra viajes insufribles, por muy bueno o “suculento” que sea el destino final.

Todas las personas que han logrado grandes logros y hazañas en su vida, han sabido disfrutar del camino, tanto de las cosas que tenían que hacer, como del lugar donde debían hacerlas y de las personas con las que las hacían.

Te voy a destripar el final de la película, si te embarcas en un gran proyecto, del cual disfrutas, y lograr llevarlo a cabo, cuando te sientes después a recapacitar, lo que más contento te pondrá no es su consecución, no. Lo que más recordaras, es todo lo que tuviste que hacer, las personas que conociste por el camino, y en la persona que te has convertido gracias a esta experiencia, y si no me crees date el gusto de escuchar a cualquier protagonista de alguno gran proyecto.

Hoy te acerco el ejemplo de una de las mejores deportistas que ha dado nuestro país, y que la semana pasada se ha retirado, Amaya Valdemoro, sin duda un ejemplo como deportista, y como persona.




Aquí podéis ver todo lo que ha conseguido en su vida deportiva, y algunas de las declaraciones de su rueda de prensa. Pero para ella lo importante no eran sus logros, sino que cada semana tenía la ocasión de disfrutar metiendo una pelota dentro de un aro, y es lo que más va a echar de menos. Sin duda Amaya Valdemoro, ha sabido disfrutar de las hermosas vistas de su viaje. 




domingo, 15 de diciembre de 2013

¿CUÁNTO TIEMPO DURA TU COMPROMISO?

“Mientras no estemos totalmente comprometidos habrá indecisión,                                
existirá la posibilidad de echarte atrás y habrá siempre ineficacia.
 En relación con todos los actos de iniciativa (y de creación),
 hay una sola verdad elemental,
cuya ignorancia mato innumerables ideas y planes esplendidos:
en el momento en que uno se compromete firmemente,
la providencia se pone también en movimiento.
De la decisión surge todo una caudal de sucesos que provoca todo tipo de incidentes
imprevistos a nuestro favor,        
 causa encuentros casuales y trae la ayuda materia que nadie habrá soñado encontrar.”

Este fragmento fue escrito por el explorador W.H. Murray, en unas de sus primeras expediciones al Himalaya. Me parece un texto fantástico.



Mira a tu alrededor. No sé dónde estás. A lo mejor estás en tu salón, o paseando por la calle, o quizás este en el transporte público. Da exactamente igual. Mira lo que te rodea, obsérvalo detenidamente. Todas las cosas que ves, que usas, sin las que ahora mismo te sería “imposible” vivir, fueron creadas por personas muy valiosas, y siento decirte que ninguna de ellas era más inteligente que tú. Si, lo que oyes. Esas personas ni eran más inteligentes, ni tenían una vida más cómoda que la tuya, ni seguramente tuvieran más dinero que tu, para invertir en sus ideas.

Pero si tenían dos cualidades importantísimas, que todos podríamos desarrollar con un poquito de esfuerzo. La primera es el compromiso. Se comprometieron, de verdad, con lograr sacar una idea o un proyecto adelante. No se comprometieron durante un tiempo determinado, no. Todos ellos no iban a parar hasta que alcanzaran su objetivo marcado.

La segunda  cualidad es fruto de la primera. La persistencia. Cuando tu compromiso es verídico, aparecerá la persistencia que te hará resistir y superar todos los problemas que surja durante el camino. No hay nada que realmente merezca la pena que sea tremendamente fácil, así que si empiezas un proyecto, no tiene escapatoria, en tu equipaje de mano introduce a la persistencia que sin duda la necesitaras.

Como siempre, tú decides. Puedes pensar que no tienes todo lo que necesitas para perseguir tu sueño y que es muy difícil lograrlo, y que tienes mil y una razones que te limitan. O puedes darte cuenta de una vez por todas que solo necesitas dos cosas: compromiso y persistencia, bueno claro está, también algo de trabajo.
No sé si habrás decidido ya, pero que sepas que si has elegido el terreno de las excusas y de las ideas limitantes, hay personas que te borran todas esas creencias de un plumazo, sino dedica por favor, simplemente 2 minutos y 41 segundos de tu tiempo a ver el siguiente video de Nick Vujicic.


Buena semana a todos.


domingo, 8 de diciembre de 2013

HOLA, HE VENIDO.

Eooohhhh! ¿Hay alguien ahí? ¡Hola! Da lo mismo lo que haga, nunca me haces caso. No lo puedo entender. Lo he intentado de todas las maneras, pero tu nada, ni caso. Tienes el “don” de mirar para otro lado. Pero tranquilo insistiré, siempre insisto, es mi naturaleza.

Es una situación un tanto curiosa, siempre te quejas de que yo no aparezco, que llevas mucho tiempo para que te dé una señal,  aunque sea una vez en tu vida. Muchas veces culpas a la suerte, maldices no tener ese fragmento de fortuna que me lleve a tu lado. Pero no te engañes, solo es cuestión de trabajo y de prestar atención a las señales.

No te cansas de decir que si me dignara a aparecer sabrías perfectamente que hacer conmigo, que me cuidarías, y que todo cambiaria a mucho mejor. Y yo ya no se qué hacer, todos los días estoy presente, estoy ahí para que me veas, para que me abras tus puertas, pero tu nada, no me ayudas. Y espero que te quede claro yo no pienso abrirlas, yo no voy a tirarlas abajo, esto no funciona así, y las reglas, lo siento mucho, pero las marco yo.



Me encanta la sutileza, me encanta la insinuación, nunca voy a ir directamente y te voy a decir: “Hola, me he fijado en ti y quiero entrar en tu vida”. Olvídate, eso no va a pasar. Yo quiero que sepas entender mis señales, que aprendas a interpretar mi leguaje sutil. Y tienes que estar preparado, y si todavía no lo estas, no se a que esperas, porque puedo utilizar mil maneras y artimañas para hacerme notar. Todo lo demás lo dejo en tus manos.

Puedo utilizar a mensajeros que nunca te esperabas que fueran mis aliados para que a través de una conversación rutinaria te convenza de todos mis encantos, pero eso sí, tienes que saber escuchar, sino se quedará en una conversación más. Esto depende de ti.

Puedo llegar a cualquier hora del día, mostrando un mundo de posibilidades inimaginables, pero que pena que te pille dormido o sin ganas de que te molesten, debes estar activo y preparado, esto depende de ti.

Puedo aparecer detrás del más grande de tus problemas, de hecho en china se dice que mi nombre se escribe exactamente igual que el de “crisis”, pero claro, para que te des cuenta de mi presencia, debes no dejarte llevar por la negatividad y por la resignación, y esto no te lo vas a creer, pero esto también vuelve a depender de ti.

Soy tímida, lo debes de saber, este puede ser mi mayor defecto. Siempre utilizare a alguien de tu círculo para que hagan de celestina y te acerquen a mí. Pero por otro lado tengo una gran virtud, está mal que yo lo diga, pero soy lo más tenaz y persistente que te puedes echar a la cara, insistiré hasta que puedas conocerme, pero eso si debes poner de tu parte.

Cuando se me conoce, mi timidez se esfuma. Si, esto pasa mucho. Hay cosas que parecen de una manera pero luego son totalmente diferentes. Esto es una prueba más. Cuando aprendas a “verme” y a saber donde estoy, todo será mucho más fácil. Aprenderás que estoy diariamente aquí a tu lado, y que me puedes disfrutar cuando desees. No dudes, te puedes acostumbrar a mí.

La verdad es que estoy un poco harta de tu falta de atención, y hoy me salto  mi manera de actuar para escribirte una carta, a ver si te enteras de algo de una vez. Y decirte alto y claro, que estoy aquí, que vengo a cambiar tu vida, y que solo necesitas dos cosas: prestar atención para ver donde estoy y tener valentía para seguir mis pasos.

Espero que con estas líneas estés preparado para la próxima vez que aparezca, realmente lo espero, nada me haría más feliz, pero esto te lo vuelvo a recordar, depende ti. Anímate, te cambiare la vida.
Se despide atentamente, “tu oportunidad”.

“Hay tres cosas que no tienen marcha atrás: la palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida.”

Proverbio Chino

domingo, 1 de diciembre de 2013

EL "PARA QUE" UN GRAN GESTOR DEL GRUPO

Existe la equivocada idea de que el pragmatismo dirige nuestras vidas. Que hacemos aquello que nos garantiza una recompensa a corto plazo. Que nuestro día a día se convierte en una ecuación matemática que iguala el trabajo realizado con la recompensa que nosotros nos creemos que merecemos. Y si esta igualdad no se cumple, terminamos con dicha ecuación.

No voy a negar que haya en multitud de casos que esto es totalmente cierto, y que quizás todos en algún momento hemos hecho uso de esta filosofía pragmática. Pero es que al colectivo a los que pertenecemos no nos deja otra opción, y lo único que nos aporta es una satisfacción instantánea, baldía y a largo plazo totalmente insuficiente.

Si queremos que los grupos a los que pertenecemos logren un alto desempeño, debemos encontrar una gran motivación que nos ayude  a desarrollar ese proyecto común. No vale con tener muy claro el objetivo que se persigue y que este sea ambicioso, esto está bien para elevar el nivel de rendimiento de los integrantes del grupo, pero te aseguro que seguirás entando muy lejos de lograr un grupo con un nivel alto de desempeño.
Para que todos los integrantes del grupo exponga su máximo potencial, deben tener muy claro a demás de donde van (objetivo), el “para que” quieren lograr ese objetivo. Que es lo que hace que ese proyecto en el que se embarcan sea diferente a cualquier otro, y que tiene que ver con cada uno de ellos, que les va a aportar. Y por desgracia día a día esto no nos queda claro a casi nadie, por lo que terminamos recurriendo a la ecuación, esto hago, esto me pagas.





No hay colectivo que sea recordado por su gran labor, que no haya tenido claro él “para que” de su proyecto, todos al recordarlo tendríamos claro lo que lograron, pero también tendríamos claro el que pretendía logrando ese objetivo.

Valga a modo de ejemplo, Apple. Todos sabemos que cumplieron su gran objetivo que era ser una potencia en el mundo de las nuevas tecnologías a través de la innovación. Pero el “para que” también estaba claro, qué era lo que realmente motivaba a las personas que trabajaban en el proyecto, querían conseguir que las nuevas tecnologías pudieran ser utilizadas por todas las personas y facilitarlas la vida. Si duda es un gran motivo para levantarse cada mañana e ir con las pilas puestas a tu puesto de trabajo.

Cuando el “para que” está claro, se convierte en un gran gestor del grupo. Consigue aumentar el rendimiento de los componentes, aumenta la autonomía y sin duda lo que me parece a mí más interesante, aumenta la innovación. Ya que además de lo quieres, saben que el objetivo es importante, lo que hace que las personas integrantes del grupo sean capaces de desplegar todos sus cualidades para encontrar una solución a los problemas que se presentan.


Disfrutad de lo que queda de domingo, y espero que tengáis una buena semana, llenas de “para que” que hagan vuestros días inolvidables.

domingo, 24 de noviembre de 2013

REINVENTATE COMO EL ÁGUILA

Una de las cualidades que más admiro en las personas es la flexibilidad. Entendida como la capacidad que tienen para adaptarse a todo tipo de situaciones y entorno.

Por suerte la vida cada vez es más larga. Nuestra esperanza de vida es mucho mayor que lo era hace simplemente dos décadas. Y tiene pinta de seguir creciendo seguramente hasta los 100 años. Y esto es muchísimo tiempo, en un siglo pueden pasar muchas cosas. Hace simplemente 15 años el uso de internet no era muy común y ahora nos ha cambiado la vida a todo el mundo.

“Discúlpeme, no le había reconocido; he cambiado mucho”
                                                                                    Oscar Wilde

La única manera de plantearse vivir casi un siglo es plantearse la vida en periodos cortos de tiempo, entre los cuales se tiene que producir un proceso de cambio, un  periodo para reinventarse y poder adaptarse a las situaciones que rodena nuestra vida. Se acabo eso de dedicar tu vida entera a un trabajo y que tus circunstancias sean muy similares cuando naces a cuando (desgraciadamente) mueres.

Reflexionando sobre este tema, os quiero acercar el caso del águila, que sin duda es un animal que ha aprendido que la vida es cuestión de ser flexible y reinventarse.


El águila es el ave de mayor longevidad en su especie, puede llegar a vivir hasta 70 años. Pero para llegar hasta esa edad, a los 40 años debe tomar una importante decisión.

Con esa edad sus uñas ya son flexibles, lo que no les servirá para agarrar a sus presas. Su pico se habrá encorvado demasiado y apuntará hacia su pecho. Sus plumas están envejecidas y se han vuelto pesadas, lo que hace que su vuelo se dificulte. Todo esto reduce sus posibilidades de encontrar alimento ostensiblemente.

En este periodo de su vida el águila se encuentra ante una enorme decisión. O muere o se enfrenta a un doloroso proceso de transformación que dura 150 días.

Este proceso consiste, en volar a lo alto de una montaña e instalarse allí en un nido, donde no tenga necesidad de volar. Y comienza el cambio…

Primero se golpea violentamente el pico contra la pared, hasta que consigue arrancarlo. Cuando lo logre, esperará el crecimiento de un pico nuevo, más fuerte y menos curvado.

Es aquí cuando empieza el segundo paso. Utilizando el pico empezará a arrancarse una a una las uñas de sus garras, y estas crecerán de una manera más solidas que las antiguas uñas.

Con las nuevas uñas tendrá lugar el tercer paso. Las utilizará para desplumarse, se arrancara todas las plumas que hay en su cuerpo, para que surja un nuevo plumaje.

Después de este proceso de 5 meses, el águila ya se puede enfrentar a su vuelo de renovación y lo que es más importante a sus 30 años de vida que le quedan aún por delante.


La vida te colocará en situaciones complicadas, hay que enfrentarse a ella de una manera valiente y flexible, y realizar todo el proceso que sea necesario para lograr superar nuestras nuevas adversidades. Disfruta de un video extramente corto, pero que te lo dejará meridianamente claro. ¡Hakuna Matata!


domingo, 17 de noviembre de 2013

LA MOTIVACIÓN ES CUESTIÓN DE LETRAS II

Como os anuncié la semana pasada, hoy seguimos con las cuatro acciones que puedes seguir para el desarrollo de maduración personal, y con eso aumentar la motivación.

Además de intentar encontrar un medio y elementos propicios para desarrollar la motivación, como en casi todas las facetas de la vida, es imprescindible pasar a la acción. Saber que nada va a pasar si tú no actúas. Simplemente con reflexión y con buena predisposición, las cosas no suceden.


A lo que íbamos, para el Doctor Fuster, las cuatro acciones que hay que emprender para el desarrollo de la motivación son las siguientes:

-          Actitud positiva: se refiere a mantener un estado de ánimo óptimo para superar las dificultades. Es entender que “todo pasa para bien” y que da lo mismo el problema que venga, ya que nosotros seremos más grande que el problema. Es una de las actitudes más importante, no simplemente personalmente, sino para el entorno. Es contagiosa, y una  sociedad positiva es capaz de casi cualquier hazaña.

-          Aceptación: nos sirve para enfrentarnos mejor al problema que nos plantea. Es entender que el punto de partida es este, que nosotros nos podemos cambiar por mucho que nos empeñemos, la zona de salida. Que lo único que queda por hacer, es plantearse una meta e ir hacia ella. La aceptación no tiene nada que ver con la resignación, es mostrar una actitud pasiva hacia el problema. Y la aceptación es mostrar una actitud activa hacia el problema, eliminando los sentimientos de odio y de rencor.

-          Autenticidad: es importantísimo encontrar nuestra esencia, eso que nos hace ser realmente quien somos. Y cuando lo encontremos, cuidarlo y entender que eso es innegociable. Que no hay nada que nos pueda hacer que eso desaparezca. Tus decisiones y tus acciones tienen que ser coherente con tu esencia. Sin duda es la mejor manera de entender que tus logros o tus fracasos son simplemente motivos de tus acciones, no de lo impuesto por elementos externos.

-          Altruismo: dar desinteresadamente es una de las acciones primordiales. No se refiere simplemente a la donación, que también, sino el colaborar y el ayudar a personas sin esperar nada a cambio. El saber que estás haciendo lo correcto crea un sentimiento de satisfacción que retroalimenta nuestro círculo de la motivación. Mientras que una actitud egoísta está relacionado directamente con la depresión y la tristeza.


Os dejo un vídeo para que veáis estas actitudes en acción, y que comprobéis lo contagiosas que son.


domingo, 10 de noviembre de 2013

LA MOTIVACIÓN ES CUESTIÓN DE LETRAS

Una de las cosas más importante en la vida es la motivación, es lo que nos hace enfrentarnos a los problemas, comenzar nuevos proyectos, realizar nuestras labores lo mejor posible y en definitiva crecer como persona.


No hay cosa, por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana”
                                                                                     Juan Luis Vives

Es curioso, pero la motivación tiene una forma de funcionamiento circular. Cuanto más motivado estás, mejor te salen las cosas. Si te salen bien las cosas, esto provocará que en la siguiente ocasión estés más motivado. En fin, un círculo vicioso.

Supongo que pensando en esto Valentín Fuster escribo el libro, El Circulo de la Motivación, el cual recomiendo totalmente, y que nos intenta enseñar cómo funciona la motivación.



Para el Doctor Fuster la motivación depende de cuatro tareas de la maduración personal, las cuatro T. Y de cuatro acciones que puedes emprender para desarrollar esa maduración personal, las cuatro A.
Las cuatro T son las siguientes:

-          Tiempo para reflexionar: el tiempo en nuestra sociedad es escaso, o eso decimos. Me consta que hay personas que haga lo que haga le sobran tiempo. Mientras que otras personas mientras menos hace, de menos tiempo disponen. Ya sabéis el tiempo es totalmente subjetivo. Pero para una correcta motivación es necesario tener tiempo cada día para reflexionar sobre nuestra vida, sobre nuestro día, sobre nuestros objetivos. Se trata de meditar un tiempo cada día. Con 15 minutos es más que suficiente. La reflexión tiene que ser activa y prolongada en el tiempo, hay que ser constante.

-          Talento por descubrir: todos tenemos un talento, solo tenemos que tener las agallas y la constancia para descubrirlo y apostar por él. Tu talento no siempre se tiene que convertir en tu profesión. Pero lo que si sucede cuando lo encuentras es que cobra un nuevo sentido tu vida, y que tu grado de motivación aumenta.

-          Transmitir optimismo: la vida es la suma de muchos sucesos. Por desgracia no todos esos sucesos son buenos. Pues como nos enfrentemos a todo lo que nos pasa va a ser transcendental, si nuestra actitud es positiva, si nuestros pensamientos sobre el asunto que nos ocupa son buenos, sin duda nuestro resultado y nuestro desempeño será mucho mayor.

-          Tutoría: es importante encontrarnos en nuestra vida con un mentor. Con una persona que, generalmente, es mayor que nosotros y que es capaz de aconsejarnos y guiarnos por el camino que más nos conviene. Suele ser una persona con intereses comunes y que ha transitado antes por sendas que a nosotros nos gustaría atravesar. La actitud didáctica de nuestro mentor sin duda va a ser trascendental para nuestro desarrollo.


La siguiente semana seguiremos con las grandes lecciones del Doctor Valentín Fuster y os acercare las Cuatro A de la motivación.

domingo, 3 de noviembre de 2013

NO PRESIONES EL CLAXON Y AYUDA

Me agotan los claxon. Es constante su sonido en los semáforos. No puedo con las personas que no tienen un mínimo de paciencia. Que sólo piensan en su día, y que cuando las cosas no van como ellos esperan (o desean) se acuerda en seguida de la hipotética inutilidad de los que le rodean. Esto se ve a diario en cada calle de las grandes ciudades, y seguro que también ocurre en las ciudades no tan grandes.



Somos incapaces de comprender que nuestra vida no solo va de nosotros. Las cosas son como son, no como nosotros nos esperamos, así que deja de imaginar. ¡Cálmate!  Y deja de pensar en ti a cada instante. Desciende tu ritmo, mira a tu alrededor y observa lo que te ofrece la vida. No tengas miedo, no estás perdiendo el tiempo, eso que se supone que tienes la obligación de hacer seguro que puede esperar unos segundos más
.
No mires a la vida esperando que te de eso que tú te has imaginado, que  no sabemos muy bien nadie porque. Es más deja de pensar en ti, al menos por un fragmento de tiempo. Piensa en los demás, y no me refiero a que pienses en tu familia o a las personas a la que quieres. No, a lo que me refiero es que pienses en las personas que te rodean a cada instante. Que seas capaz de tener calma cuando la persona que está delante de ti en el semáforo se retrasa en su salida, que a lo mejor es la misma que 300 metros más adelante te deja bloqueado porque empieza a hacer unas maniobras de aparcamiento interminables. En esa persona que no conoces de nada, es la que quiero que pienses. Ten calma, no hace falta que tu irá caiga sobre ella.

“Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia”
                                                                  Hondré de Balzac

Debemos de ser capaces de ayudar a la gente que nos encontramos en nuestro día a día, no podemos solamente ir pasando por esta vida pensando en hacer más rápido y cuanto antes eso que a nosotros nos interesa. Hay que intentar ponerse en la piel de los demás e intentar echarles una mano, que seguramente para nosotros sea un gesto que no nos lleve mucho esfuerzo.

Ceder el asiento, ayudar a cruzar la calle a una persona, ceder el paso en una puerta,… y muchas otros actos que no requieren mucho esfuerzo son trascendentales para que nuestro entorno cambie, ¿y quién sabe?, a lo mejor los que nos rodean copian nuestro ejemplo.


Si prestamos atención, al cabo del día encontraremos multitud de oportunidades para ayudar, y si no te lo crees presta atención al vídeo.



domingo, 27 de octubre de 2013

TANTA ESPERA ME ESTA MATANDO

Que mal llevamos lo de tener que esperar. Todavía no tenemos claro que las cosas llegan cuando llegan. En muchas ocasiones no podemos hacer nada para acelerar el desenlace.

Da lo mismo la edad que tengamos, que queremos las cosas y la queremos ya. No os engañéis. Van pasando los años y lo único que cambia es nuestro pudor, ahora nos daría vergüenza lanzarnos al suelo a patalear como cuando éramos niños para que nos dieran eso que tanto ansiábamos, y que no nos hicieran esperar ni un segundo más.


El ser humano lleva mal la espera, pero sobre todo llevamos mal la incertidumbre. El no saber que va a pasar nos mata, nos pone nervioso y muchas veces nos atemoriza, nos da miedo.

Este comportamiento se presenta en todos nosotros, de hecho hay un estudio en la Universidad de Maaschtrich que refleja este hecho. El estudio se produjo sobre 20 personas, a las cuales las iban a someter a descargas eléctricas intensas. A la muestra se le dividió en dos grupos. A uno simplemente le dijeron que iban a sufrir 20 descargas intensas, mientras que al otro grupo le dijeron que la mayoría de las descargas serían suaves pero que habría otras más intensas.  No les comentaron cuando sufrirían cada una.

Cuando terminaron de someter a todos los participantes a las descargas se comprobó que la frecuencia cardiaca y la sudoración del grupo que no sabía cuando iban a sufrir las descargas intensas, fue mucho más elevada que el grupo que le dijeron que todas iban a ser intensas.

A este grupo de personas la incertidumbre por saber cuándo vendría la “mala noticia” (la descarga intensa) les causo una alteración en el ritmo cardiaco y en la sudoración.

Así somos, preferimos tener todo bajo control. Queremos que lo que vaya a suceder que suceda ya. O como mucho, que nos adelante el final de nuestra intriga, que nos cuenten a ciencia cierta que nos va a suceder. Nos mata que va a hacer el futuro con nosotros, incluso preferimos tener una mala noticia pero saber que es cierta, que tener la posibilidad de tener una buena noticia, pero no saber exactamente lo que es.

Pues las últimas líneas de este post, vengo a reivindicar a la intriga, a la incertidumbre, al esperar, el no saber si lo que estás haciendo vale para algo. Quiero apoyar a aquellos que le gustan que la vida le sorprenda, aunque no sea siempre para bien. Deberíamos hacer un monumento a aquellos padres que hoy en día no quieren saber el sexo de un bebe hasta que nazca, simplemente porque le gusta vivir con la intriga.

Vivir con la intriga… sí, eso es lo que debemos aprender. Tenemos que ser capaz de buscar el disfrute al esperar. Conseguir apreciar los momentos anteriores a la noticia final. Hay que entender que cada momento de espera forma parte de aquello que va a suceder, y ser capaz de diferenciar lo que está en nuestra mano y lo que no. Y sinceramente, hay que conseguir el no preocuparnos por lo que no está en nuestra mano, porque no vale absolutamente de nada.

Si me permitís, os cuento que hago yo en los “momentos de espera”… Me intento olvidar de esta haciendo cosas que si están en mi mano, aunque esté relacionado con otra actividad que nada tenga que ver con la que estamos esperando.


¿Y tú? ¿Tienes alguna táctica para llevar mejor la espera? Se aceptan ideas.

domingo, 20 de octubre de 2013

HOY ES EL MEJOR DE LOS DIAS

Le estoy cogiendo gusto a esto de acercaros textos. Hace unas semanas os recordé un gran poema de Neruda. Hoy os muestro un fragmento literario de Mario Benedetti. Me gustaría poder añadir algo más, pero lo único que haría sería estropear el momento. ¡Disfrutad!



Esta mañana desperté emocionado
con todas las cosas que tengo que hacer
antes que el reloj sonara.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante.
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día esta lluvioso
o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero
o puedo estar contento que mis finanzas me empujan
a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud
o puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo
lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo
o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos
o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela
o puedo abrir mi mente enérgicamente
y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar
o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente y cuerpo .
Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy, soy el escultor.
Lo que suceda hoy depende de mi, yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Que tengas un gran día… a menos que tengas otros planes.

Mario Benedetti

domingo, 13 de octubre de 2013

JUEGO, LUEGO EXISTO

Empecemos por el principio, en tu nacimiento. Supongo, que como todos los demás no recordaras nada de tus primeros momentos. Pero piensa, ¿cuáles son tus primeros recuerdo?, ¿tu recuerdo más antiguo?

Seguramente es un  recuerdo feliz. Pero eso es muy fácil, cuando somos unos niños todo es felicidad, no hay obligaciones ni preocupaciones, te pasas todo el día jugando.



Pues bien, yo no creo que de pequeños seamos felices simplemente porque no tenemos preocupaciones ni obligaciones. Creo que gran culpa de todo esto, lo tiene a que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo, que es a jugar.

Para mi jugar es imprescindible. De hecho intento jugar 16 horas al día (hay 8 que duermo), y tengo que confesar que alguna vez no lo consigo, pero ese día me prometo a mi mismo que va a ser el último que me pase eso.

En la actualidad hay muchas personas que no entiende o no conocen la definición del juego. No me refiero a la que viene en la RAE, porque con esa definición lógicamente los adultos no entendemos nada sobre el juego.

El juego es una actividad recreativa la cual tiene finalidad en sí misma, que está sometido a reglas.
Esta definición hay dos partes muy importantes:
-         Actividad recreativa: es decir que lo haces por diversión y que nadie te obliga a ello. Si no hay diversión no hay juego.
-        Finalidad en sí misma: no la efectúas con ningún objetivo en especial. No hay intereses ocultos. La realizas porque te gusta, y no esperas con ella llegar a algo más, ni que te acerque a un objetivo mayor.

Además de resaltar estas dos partes de la definición quería resaltar dos cualidades primordiales del juego:
-   La concentración: cuando juegas, y el juego merece la pena, todos tus sentidos están centrados en esa actividad, es dar lo mejor de ti en ese momento.
-    Evasión: la concentración hace que te evadas de la vida real, en el momento del juego no existe nada más que el momento presente, el AQUÍ y el AHORA.

Estoy convencido, que si a los niños les quitamos el juego empezarían a tener preocupaciones y problemas. O si quieres verlo de esta manera, si los adultos jugáramos más tendríamos menos complicaciones y menos problemas.

Mi argumentación se puede debatir con mil razones: “la vida es dura, no hay sitio para la diversión” “como me voy a divertir si trabajo 12 horas al día”… y muchas afirmaciones que hoy día las tomamos como verdades universales. A todas estas personas les animarían a que buscaran un hueco un día para jugar, a lo mejor el trabajo es un buen momento. Y no me refiero a jugar a un deporte. No. Me refiero a “enredar”, a investigar, a curiosear, en definitiva a jugar como un niño… Quien sabe a lo mejor se lleva una sorpresa, y por un instante sus preocupaciones se alejan.


Por suerte, no soy el único que piensa de esta manera. Uno de los creadores de un formato televisivo (el Hormiguero) que más éxito ha tenido en los últimos años le da también mucha importancia al juego, de hecho en su programa esa una sucesión de juegos. Os dejo una reflexión de PabloMotos (pincha en el enlace) que hace sobre el juego. No tiene desperdicio.

domingo, 6 de octubre de 2013

DESCONECTA Y DISFRUTA

Enumeremos: móvil personal, móvil del trabajo, tablet, portátil, televisión,… todas estos aparatos electrónicos están a nuestro alcance en nuestro día a día.

Todas ellos son utensilios valiosísimos, y nos ahorran en nuestro trabajo una cantidad enorme de tiempo. Gracias a estas cosas podemos ser mucho más eficientes en nuestras funciones, y nos deja un montón de tiempo libre. ¿Pero tiempo libre para qué? El sentido común me diría que ese tiempo es para gastarlo disfrutando de los tuyos. Pues bien la realidad es otra bien distinta,  este tiempo extra lo volvemos a utilizar en esos mismos objetos y no disfrutar de lo que nos rodea.



Me chirría enormemente ver a un grupo de personas que están juntas y que en lugar de interactuar entre ellas, están hablando con otras personas a través del móvil. O lo que es mucho peor, están hablando entre ellas pero a través del móvil. Supongo que alguna vez lo habéis vivido.

No me imagino ni mi vida personal, ni mi vida profesional sin estos elementos electrónicos tan útiles. Pero tenemos que utilizarlos con un poco de raciocinio. Nuestra prioridad diaria no se la podemos dar a las cosas que están pasando a mucha distancia de nosotros. No podemos etiquetar de importante a todo lo que suene con una alerta a nuestro alrededor. Ya que por suerte, casi nada de esos sonidos te indica lo importante y no te deja que inviertas el 100% de tu atención a lo que está pasando en tus mismas narices.

Es buenísimo estar conectado, y que tengas infinita información a alcance de un botón, pero igual de bueno es estar desconectado y que solo te puedas centrar en el momento presente y en el entorno que forma todo eso que ves en este instante.

No dejes que tú día a día este llena de interrupciones que te producen los elementos electrónicos. Están para ayudarnos y no para generarnos tantos estímulos externos que haga que nuestra atención se disipe y descuidemos lo más importante, que es la gente que queremos y que suele ser, generalmente, la que nos rodea.


Acepta un humilde consejo. Deja de estar tan conectado a cosas que pasan muy lejos de ti y sácale todo el jugo a lo que pasa a tu lado. Disfruta del vídeo.



domingo, 29 de septiembre de 2013

EL PENSAMIENTO DIVERGENTE

En este post os quiero hablar sobre nuestra capacidad de reflexión o nuestra capacidad de pensamiento. Somos todo aquello que pensamos y si somos capaces de entender mejor como funcionan nuestros pensamientos, seremos capaces de mejorar ostensiblemente nuestras capacidades.

Como seguro que sabéis hay diferentes tipos de pensamientos: el deductivo, el inductivo, el crítico, el analítico,… esto son alguno de ellos. Pero para los que seguís el blog desde hace tiempo ya conoceréis mi predilección por uno de ellos que es el pensamiento creativo (a lo mejor te interesa leer este post anterior educación es colaboración).

“Una vez descartado lo imposible, lo que queda,
por improbable que parezca, debe ser la verdad.”

                                                 Arthur Conan Doyle


¿Y qué es la creatividad o el pensamiento creativo? La creatividad es tener pensamientos originales que tengan valor. No vale que los pensamientos simplemente sean diferentes, es imprescindible que tengan valor.
En concreto quiero acercaros un concepto que se encuentra dentro del pensamiento creativo, que es pensamiento divergente. Es un concepto creado por Edwuard de Bono, y posteriormente trabajado por Ken Robinson.



El pensamiento divergente es ver multitud de soluciones diferentes de un problema, o tener la capacidad de interpretar de muchas maneras diferentes una cuestión. En resumen, como dice Ken Robinson  “es ser capaz de ver múltiples respuestas y no solo una”.

Esta dimensión del pensamiento es de mucha utilidad cuando en nuestro día a día nos enfrentamos a problemas que a priori no tienen solución o que las soluciones que observamos no nos agradan totalmente.
Ken Robinson lleva varias décadas estudiando el pensamiento divergente y preparo un test muy interesante para poder valorar el pensamiento divergente que tenían las personas.

El test consistía en proponer a más de 1500 personas de diversas edades, diferentes utilidades para un objeto. A las personas con un pensamiento divergente “normal” se le ocurrían 15 – 20 usos diferentes. Mientras que a los denominados “genios” del pensamiento divergente se le ocurrían alrededor de 200 usos diferentes.

Lo llamativo fue que esos “genios” en su gran mayoría eran niños de menos de 5 años. El 98% de los niños de menos de 5 años que hicieron el test encontraron más de 200 usos diferentes a un mismo objeto.
A Robinson le llamo tanto la atención el resultado, que hizo un estudio longitudinal, es decir que  5 años después hizo el mismo test a los mismo niños. Esta vez solo el 35% era valorado como “genios”. Otros cinco años después, cuando los niños ya contaban con 15 años, volvieron a pasar el test y simplemente el 15% fueron valorados como “genios”.

Según Robinson, esto demuestra dos cosas:

1.- Todos tenemos la capacidad de pensar divergentemente, ya que cuando somos pequeños somos capaces.
2.- Que se va perdiendo a lo largo del tiempo. Durante los diez años que le hicieron los estudios a los niños, estos sufrieron muchas experiencias que fueron minando su pensamiento divergente, pero sobre todo una: fueron víctimas del sistema educativo actual en el cual fruto de los sistemas estandarizados nos explican que solo hay una solución correcta para cada problema.

En el mundo laboral actual cada vez se valoran más a las personas que son capaces de ser flexibles y que estén enfocadas a la solución de problemas y conflictos. Es aquí donde tiene su mayor utilidad el pensamiento divergente, pues bien, nuestro sistema educativo no ayuda a esto precisamente.

Si la vida os da un poco de tregua, os aconsejo que veáis este vídeo de Ken Robinson que es estupendo y que nos habla del pensamiento divergente y del sistema educativo.


Que comencéis bien la semana.


domingo, 22 de septiembre de 2013

CREO QUE NO TE CONOCES

Llevas conviviendo contigo toda tu vida y a veces eso es demasiado tiempo. Siempre estás ahí cuando cometes un error, eres el único que sabes todos tus pensamientos, todos tus sueños, todas tus frustraciones. Por suerte los demás por mucho que se esfuercen no pueden conocerte tanto como lo haces tú mismo… ¡o quizá no!



Muchas veces no nos conocemos también como creemos. No vale con estar delante y participando de todas tus experiencias vitales, para saber exactamente de lo que eres capaz. Casi siempre esto va en nuestra contra. Nos hemos visto cometer mil y un errores. Hemos comprobado cómo podemos realizar acciones no del todo bondadosas sin ninguna excusa aparente. Y esto no nos lo perdonamos.


“Perdónate, la perfección no existe, sólo existe la mejora continua”


Es cierto, que también hemos conseguido grandes logros y ayudado a muchas personas de nuestro entorno, y estoy seguro que estas acciones superan a las nefastas. Pero nuestra esencia autocrítica, no opina lo mismo. Ella sólo ve lo negativo, lo positivo lo olvida instantáneamente. Estamos diseñados para sobrevivir, nuestro instinto de supervivencia quiere evitar que cometamos los mismos errores del pasado por esto nuestra memoria retiene más nuestros actuaciones negativas que las positivas, pero esto tiene efectos secundarios.  Tener tan presentes los errores puede ir minando la confianza en ti mismo, puede hacer que vea una imagen de ti mismo muy desvirtuada y totalmente negativa.

Para evitar esto es necesario tener presente nuestros éxitos, nuestras grandes labores, nuestras conductas más positivas. Estos refuerzos positivos son interesante tenerlos presentes más a menudo que de vez en cuando, sino caeremos en el error de creernos peor de lo que realmente somos,  mientras que la opinión de los que nos rodean seguramente no sea la misma…




Sorprendente el experimento del vídeo.


¿Qué piensas sobre ti? ¿Cómo te defines? ¿Cómo te ves? ¿Cómo te ven los demás? Son preguntas que todos nos tendríamos que hacer de vez en cuando.

domingo, 15 de septiembre de 2013

NERUDA, TU SI QUE ERES AUDAZ

Hay personas que lo tienen cristalino. Pablo Neruda es una de ellas. 




Es una gozada poder leer algo así. Subrayo todas y cada una de las palabras de este poema. Sin nada más que decir:

Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tú has hecho
lo que querías en tu vida.

Acepta la dificultad de edificarte a ti
mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de
las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu
suerte, enfréntala con valor y acéptala.
De una manera u otra es el resultado de
tus actos y prueba que tú siempre
has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso ni
se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es
bueno para comenzar y que ninguno
es tan terrible para claudicar.

No olvides que la causa de tu presente
es tu pasado así como la causa de tu
futuro será tu presente.

Aprende de los audaces, de los fuertes,
de quien no acepta situaciones, de quien
vivirá a pesar de todo, piensa menos en
tus problemas y más en tu trabajo y tus
problemas sin eliminarlos morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser
más grande que el más grande de los
obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo
y serás libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de las circunstancias porque tú
mismo eres tu destino.

Levántate y mira el sol por las mañanas
y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de tu vida,
ahora despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás en la vida; nunca pienses en
la suerte, porque la suerte es:
el pretexto de los fracasados.


                                                                  Pablo Neruda (No culpes a nadie)