domingo, 13 de octubre de 2013

JUEGO, LUEGO EXISTO

Empecemos por el principio, en tu nacimiento. Supongo, que como todos los demás no recordaras nada de tus primeros momentos. Pero piensa, ¿cuáles son tus primeros recuerdo?, ¿tu recuerdo más antiguo?

Seguramente es un  recuerdo feliz. Pero eso es muy fácil, cuando somos unos niños todo es felicidad, no hay obligaciones ni preocupaciones, te pasas todo el día jugando.



Pues bien, yo no creo que de pequeños seamos felices simplemente porque no tenemos preocupaciones ni obligaciones. Creo que gran culpa de todo esto, lo tiene a que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo, que es a jugar.

Para mi jugar es imprescindible. De hecho intento jugar 16 horas al día (hay 8 que duermo), y tengo que confesar que alguna vez no lo consigo, pero ese día me prometo a mi mismo que va a ser el último que me pase eso.

En la actualidad hay muchas personas que no entiende o no conocen la definición del juego. No me refiero a la que viene en la RAE, porque con esa definición lógicamente los adultos no entendemos nada sobre el juego.

El juego es una actividad recreativa la cual tiene finalidad en sí misma, que está sometido a reglas.
Esta definición hay dos partes muy importantes:
-         Actividad recreativa: es decir que lo haces por diversión y que nadie te obliga a ello. Si no hay diversión no hay juego.
-        Finalidad en sí misma: no la efectúas con ningún objetivo en especial. No hay intereses ocultos. La realizas porque te gusta, y no esperas con ella llegar a algo más, ni que te acerque a un objetivo mayor.

Además de resaltar estas dos partes de la definición quería resaltar dos cualidades primordiales del juego:
-   La concentración: cuando juegas, y el juego merece la pena, todos tus sentidos están centrados en esa actividad, es dar lo mejor de ti en ese momento.
-    Evasión: la concentración hace que te evadas de la vida real, en el momento del juego no existe nada más que el momento presente, el AQUÍ y el AHORA.

Estoy convencido, que si a los niños les quitamos el juego empezarían a tener preocupaciones y problemas. O si quieres verlo de esta manera, si los adultos jugáramos más tendríamos menos complicaciones y menos problemas.

Mi argumentación se puede debatir con mil razones: “la vida es dura, no hay sitio para la diversión” “como me voy a divertir si trabajo 12 horas al día”… y muchas afirmaciones que hoy día las tomamos como verdades universales. A todas estas personas les animarían a que buscaran un hueco un día para jugar, a lo mejor el trabajo es un buen momento. Y no me refiero a jugar a un deporte. No. Me refiero a “enredar”, a investigar, a curiosear, en definitiva a jugar como un niño… Quien sabe a lo mejor se lleva una sorpresa, y por un instante sus preocupaciones se alejan.


Por suerte, no soy el único que piensa de esta manera. Uno de los creadores de un formato televisivo (el Hormiguero) que más éxito ha tenido en los últimos años le da también mucha importancia al juego, de hecho en su programa esa una sucesión de juegos. Os dejo una reflexión de PabloMotos (pincha en el enlace) que hace sobre el juego. No tiene desperdicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario