Como ya os adelante el domingo pasado, hoy
quiero recalcar a cinco tipo de personas toxicas que te puedes encontrar en
cualquier entorno, pero son ciertamente dañinos en el entorno laboral.
Hoy en día, por desgracia, pasamos mucho
tiempo conviviendo con las personas que forman la empresa. Estas horas que se
pueden hacer interminables si nos cruzamos con algunos de estos tóxicos:
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El sociópata: es difícil de reconocer. Al
principio cae excelentemente bien, tiene buen trato con su entorno y, cuenta con gran dominio de las reglas
sociales. Pero carece totalmente de escrúpulos, solo piensa en sí mismo, está
dominado totalmente por su ego. “Pisa” al que tiene al lado si eso significa
conseguir su objetivo. No le importa cambiar de opinión para ser aceptado, y
que esto le acerque más a su objetivo.
-
El arrogante: este “personaje” no le domina
el ego, ellos mismo son el ego. Son soberbios, tienen una autoconcepto de si
mismo excesivo, y por desgracia no tiene nada que ver con la realidad. Nunca se
equivocan e intentan que sus errores recaigan sobre las personas que están más
próximas.
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El envidioso: no cree que los logros se
consigan a través del esfuerzo personal.
Cuando las personas de su alrededor consiguen algo siempre es por
motivos oscuros. Tiene una cualidad innata para en cualquier faceta de la vida
sacar el lado negativo y convertirlo en una crítica feroz y nada constructiva.
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El cotilla maldiciente: para este tóxico el trabajo es
un parque de atracciones en el que puede recabar todos los “chismes” necesarios
para saciar su interés de saberlo todo de los demás. Para cotillear no es
necesario que tenga toda la información. Entre lo que sabe y lo que se inventa,
le queda una historia muy suculenta. Sus indiscreciones puede traer más de un
problema a sus compañeros.
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El jefe autoritario: piensa que la gran ventaja de
tener la posición de jefe, es la de que otras personas obedezcan sus órdenes.
Disfruta imponiendo su voluntad sin importarle si está fundamentada o no.
Evidentemente su equipo no le puede aportar ninguna idea valiosa, simplemente
son unos títeres a los que manejar a su antojo.
Para desarrollar todas nuestras cualidades,
necesitamos un entorno laboral con unas condiciones adecuadas, que sin dudas
esta clase de tóxicos se encargan de destrozar. Si te encuentras en un entorno
laboral condicionado por alguna de estas personas, tomate tu tiempo para
recapacitar. Y piensa si esa situación se puede cambiar, y si la respuesta es
que no, ¡huye!, no lo dudes ni un
momento, prepara tu salida y empieza otro proyecto.
Todas las personas tenemos ciertos
comportamientos tóxicos. No creáis que es un mal que solo sucede a los demás.
Como ya se ha dicho en este blog en otras ocasiones, no podemos controlar el
comportamiento de los demás, pero lo que si podemos hacer es prestar atención a
nuestros comentarios y nuestras actuaciones, y radicar nuestros comportamientos
tóxicos. Quien sabe a lo mejor alguien nos copie, y quizás les podamos
convencer. Aquí os dejo un video para ver si nos ayuda.
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