domingo, 11 de noviembre de 2012

¡ESCUCHATE... Y A JUGAR!


En la actualidad se da mucha importancia al saber escuchar.  Hay que entender aquello que nos quiere transmitir los demás. Tenemos que ponernos en el lugar de la otra persona, que debemos tener empatía.

Estoy totalmente de acuerdo con esta visión. Pero creo que hacemos demasiado hincapié en escuchar a los demás, y no nos comprometemos con escucharnos a nosotros mismos. Me explico. No nos dedicamos tiempo a nosotros para saber lo que pensamos de las cosas y analizar el porqué de esos pensamientos.

Sin dedicarnos tiempo, sin “escuchar” nuestros pensamientos, sin entender porque se producen estos, no seremos capaces de sacar el mayor rendimiento a nuestras virtudes. Y lo que es peor,  ni siquiera seremos capaces  de tener claro en qué proyecto queremos invertir el tiempo para desarrollar todas nuestras actividades. Y sobre esto quiero reflexionar hoy… de cómo elegir el proyecto en el que embarcarnos.

Para elegir correctamente este proyecto, lo principal es escucharte, ¡sí!,  escúchate. Vive, experimenta y reflexiona sobre lo que sientes en este proceso. Si lo haces, terminaras encontrando lo que te gusta de verdad, tu pasión. Y es eso, ¡sí! tu pasión,  a lo que te tienes que dedicar, es la esencia del proyecto que tienes que realizar.  

Todos tenemos algo que nos diferencia del resto. Una pasión que si la desarrollamos conseguiremos un desempeño que nos llevará a la excelencia, por lo menos a nuestra excelencia. Esa pasión es  el vehículo principal para desarrollar nuestras cualidades y desarrollarnos como personas.

Pero lo bueno no es eso (aunque ya sea suficiente). Lo bueno es que si nos dedicamos a nuestra pasión nuestros resultados serán mucho mejores, nuestra dedicación será máxima, y nuestra actitud hacia el trabajo  y al aprendizaje será excelente, lo que sin duda garantiza unos resultados óptimos.

En el anterior artículo os comente la infinidad de proyecto que se mostraban ante nosotros. A lo mejor os preguntáis cual de todos esos proyectos tengo que realizar. Pues bien la respuesta la tiene la pasión. Si os sabéis escuchar la pasión tomará la decisión por vosotros.

Es tan sencillo como eso. No le des más vuelta. Si te obedeces. Vas a conseguir ser realmente bueno en lo que te apasiona. Y lo que es mejor si lo conviertes en tu profesión, veras lo divertido que es no trabajar jamás, ya que para ti se convertirá en un juego, en pura diversión.

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