domingo, 5 de mayo de 2013

¿CUAL ES LA SIGUIENTE ACCIÓN?


El principal objetivo de este blog era poder ayudar a las personas a desarrollar diferentes proyectos a lo largo de su vida. Y en ello estamos…
Uno de los grandes problemas que existe al enfrentarnos a proyectos nuevos es que los observamos en su totalidad, lo que lo convierten tareas complejas y muy difíciles de abordar, lo que a la larga se convierten en frustración y abandono.
Cuando nos proponemos el resultado a conseguir (el fin del proyecto) hacemos un análisis de todas las tareas que hay que llevar a cabo para su consecución, también analizamos todos las circunstancias que se deben dar para que esas tareas se puedan desarrollar correctamente. Esto provoca que por nuestra mente pasen multitud de logros que conseguir para llegar a nuestra meta, pero por desgracia en nuestra materia gris alternan los pensamientos de los logros con pensamientos negativos sobre las circunstancias que hará que el proyecto que te has propuesto no llegue a buen puerto.
“Soy un hombre viejo y he conocido numerosos y enormes problemas,
aunque la mayoría de ellos nunca han sucedido.”
Mark Twain

El análisis de los proyectos es necesario, pero el problema es que la mayoría de las personas tienen un exceso de análisis antes de comenzar la acción. Es importante que el análisis no te paralice, que seamos conscientes que al hacer un análisis profundo siempre aparecerán cosas buenas y malas, y que lo importante es pasar a la acción.



Hay un método infalible para sobreponerte a las incertidumbres que te genera desarrollar el proyecto. Después de un correcto análisis previo, y decidir que nos enfrentamos a él, debemos olvidar el análisis y la reflexión y respondernos a la siguiente pregunta: ¿Cuál es la acción siguiente?
Debemos desmenuzar el proyectos en acciones pequeñas, asumibles y realizables. Y preguntarnos qué es lo que podemos hacer a continuación que nos acerque un poco más  a la meta. No es necesario saber todas las acciones que componen el proyecto, tampoco tenemos que saber la mayoría de las acciones, no es imprescindible. Solo tenemos que saber cuáles son las primeras acciones que debemos y podemos realizar, y realizarlas. No dudéis que cuando vayáis realizando estas primeras acciones, sin duda os llevará a realizar otras nuevas acciones que se apoyaran en las anteriores y que te llevarán a otras, y antes de darte cuenta te encontraras frente a tu meta.  
Hay que pensar en acciones no en tareas. Si pensamos en tareas cometemos un error. Una acción es algo que podemos hacer directamente y está definida completamente, y que no depende nada más que de uno mismo. Una tarea es un deber por realizar, que no está definida completamente, y que en muchos casos no depende de nosotros.  Por ser un poco más concreto, podríamos decir, que las tareas se componen de acciones. Si nosotros desmenuzamos los proyectos en tareas, se nos queda el proyecto dividido en fragmentos (tareas) que son muy difíciles de gestionar y manejar, ya que no te indica la acción siguiente a realizar. Debemos desmenuzar los proyectos en tareas y estas en acciones, ya que las acciones se pueden realizar, ordenar y planificar.
Intentare que la explicación quede más clara con un ejemplo:
Pongamos que queremos cambiarnos de domicilio. Y adquirir una casa en otra zona de nuestra ciudad. Podríamos decir que:
-          Proyecto: Cambiarnos de domicilio.
Este proyecto se dividiría en diferentes tareas, una de ella podría ser:
-          Tarea: buscar diferentes barrios que encaje con las características que nosotros buscamos.
Esta tarea se puede dividir en diferentes acciones, que podría ser:
-          Acción 1: realizar una lista con las características que deberían tener nuestro nuevo barrio.
-          Acción 2: realizar un listado de los barrios de nuestra ciudad que cumplen estos requisitos.
-    Acción 3: hacer un listado por orden de los barrios o zonas que mejor se adaptan a nuestras necesidades.
Es necesario llegar hasta este nivel de desmembramiento del proyecto. Las acciones son fragmentos fáciles de manejar, las tareas son fragmentos demasiados complejos e inmanejables, que nos encamina a abandonar los proyectos.
Cuando os enfrentéis al próximo proyecto, después del análisis previo, realizaros la siguiente pregunta ¿Cuál es la acción siguiente?

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