Hoy me gustaría reflexionar sobre las
personas que colaboran en nuestros proyectos, y por qué no, sobre nosotros
mismos. Sería lógico pensar que queremos a personas brillantes para que nos
acompañen en nuestro camino. El problema reside en la extraña sensación que se
tiene a relacionar la brillantez con la inteligencia o el expediente académico.
Muchas organizaciones quieren contar con
personas con grandes notas en sus estudios, o que cuentan con una elevada nota
en los test intelectuales. No creo que este mal, pero no es suficiente. En los
proyectos hay otras capacidades mucho más importante que la inteligencia o las
aptitudes académicas.
Los proyectos no se llevan a buen puerto simplemente
con aptitudes académicas, o con una inteligencia superlativa. Quizá eso es a la
larga lo menos importante. Esto no tiene ninguna trascendencia sino va
acompañada con grandes dosis de esfuerzo, de superación, de capacidad para
razonar, y sobre todo con innovación y con desarrollo.
No nos engañemos, durante nuestros estudios,
estas dos últimas capacidades son las
que menos se evalúan, lo que nos garantizaran que nuestros proyectos sean valiosos
y no plagios de otros anteriores.
Los proyectos nunca tienen exactamente la
misma dimensión cuando se imaginan que cuando se terminan. Todos tienen que desarrollarse,
tienen que intervenir en ellos personas que quieran recorrer caminos no
marcados, de probar ideas nuevas, y sobre todo que estén acostumbrados a
cometer errores.
O los tiempos han cambiado mucho, o en mí época
los que sacaban buenísimas notas, muy acostumbrados a equivocarse no estaban.
Los que sacan un 10, son personas que encajan 100% con la idea del profesor. En ningún momento se
plantean enfrentarse a las ideas marcadas por este. Un alumno tiene que
aprender sobre la materia que se estudia,
reflexionar sobre ella y esto implica ineludiblemente llevar la
contraria a dicho maestro.
En general, los alumnos con un expediente
académico inmaculado, son personas acostumbrado a seguir las normas y no replantearse
el orden establecido. Y para desarrollar
ideas nuevas hace falta personas que anteriormente hayan intentado buscar un camino poco transitado, que hayan
preferido relativizar las informaciones que llegaban a sus oídos y sobretodo
que no se tomarán muy en serio los objetivos que le marcaban la escuela ya que
ellos tenía otros suyos mucho más importante.
Si debes elegir a un compañero de equipo, hazte
un favor, y elige al que va a cuestionar tus ideas, que sin duda es el que te
va a hacer crecer. Alguien que sea capaz de investigar por su cuenta, alguien
que de pequeño se saliera continuamente del circulo coloreando, un estudiante
que no dedicara mucho tiempo a los estudios porque tenía otros intereses que
explorar, que sin duda le generaría experiencia que le ayudará en el día de
hoy. Y si tienes suerte de que sea inteligentísimo y que su nota media sea de
11 sobre 10, pues mejor, pero no es lo que marca la diferencia, así que evalúalo
en último lugar.
El vídeo de hoy es de Tom Peters, un experto
en el mundo de las empresas y un conferenciante fabuloso. Disfruta de cómo explica
la importancia que tiene el sistema educativo en el panorama laboral actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario