domingo, 16 de junio de 2013

COLOREA FUERA DEL CIRCULO

Hoy me gustaría reflexionar sobre las personas que colaboran en nuestros proyectos, y por qué no, sobre nosotros mismos. Sería lógico pensar que queremos a personas brillantes para que nos acompañen en nuestro camino. El problema reside en la extraña sensación que se tiene a relacionar la brillantez con la inteligencia o el expediente académico.

Muchas organizaciones quieren contar con personas con grandes notas en sus estudios, o que cuentan con una elevada nota en los test intelectuales. No creo que este mal, pero no es suficiente. En los proyectos hay otras capacidades mucho más importante que la inteligencia o las aptitudes académicas.

Los proyectos no se llevan a buen puerto simplemente con aptitudes académicas, o con una inteligencia superlativa. Quizá eso es a la larga lo menos importante. Esto no tiene ninguna trascendencia sino va acompañada con grandes dosis de esfuerzo, de superación, de capacidad para razonar, y sobre todo con innovación y con desarrollo.

No nos engañemos, durante nuestros estudios, estas dos últimas  capacidades son las que menos se evalúan, lo que nos garantizaran que nuestros proyectos sean valiosos y no plagios de otros anteriores.
Los proyectos nunca tienen exactamente la misma dimensión cuando se imaginan que cuando se terminan. Todos tienen que desarrollarse, tienen que intervenir en ellos personas que quieran recorrer caminos no marcados, de probar ideas nuevas, y sobre todo que estén acostumbrados a cometer errores.


O los tiempos han cambiado mucho, o en mí época los que sacaban buenísimas notas, muy acostumbrados a equivocarse no estaban. Los que sacan un 10, son personas que encajan 100%  con la idea del profesor. En ningún momento se plantean enfrentarse a las ideas marcadas por este. Un alumno tiene que aprender sobre la materia que se estudia,  reflexionar sobre ella y esto implica ineludiblemente llevar la contraria a dicho maestro.

En general, los alumnos con un expediente académico inmaculado, son personas acostumbrado a seguir las normas y no replantearse el orden establecido.  Y para desarrollar ideas nuevas hace falta personas que anteriormente hayan intentado buscar  un camino poco transitado, que hayan preferido relativizar las informaciones que llegaban a sus oídos y sobretodo que no se tomarán muy en serio los objetivos que le marcaban la escuela ya que ellos tenía otros suyos mucho más importante.

Si debes elegir a un compañero de equipo, hazte un favor, y elige al que va a cuestionar tus ideas, que sin duda es el que te va a hacer crecer. Alguien que sea capaz de investigar por su cuenta, alguien que de pequeño se saliera continuamente del circulo coloreando, un estudiante que no dedicara mucho tiempo a los estudios porque tenía otros intereses que explorar, que sin duda le generaría experiencia que le ayudará en el día de hoy. Y si tienes suerte de que sea inteligentísimo y que su nota media sea de 11 sobre 10, pues mejor, pero no es lo que marca la diferencia, así que evalúalo en último lugar.


El vídeo de hoy es de Tom Peters, un experto en el mundo de las empresas y un conferenciante fabuloso. Disfruta de cómo explica la importancia que tiene el sistema educativo en el panorama laboral actual.


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